La trágica muerte, a los 11 años de edad, del niño paraguayo Silvino Talavero, pone de relieve los efectos negativos del glifosato en la salud humana. Desde este 3 al 06 de diciembre, el Tribunal Permanente de los Pueblos iniciará un juicio sobre Empresas Transnacionales de agroquímicos, como Monsanto, y probará la responsabilidad en la muerte de Silvino, y la destrucción causada por los productos Round-up y la ingeniería genética de la soja Round-up Ready en el conjunto de América Latina.
Lea la historia completa aquí. firmen nuestra petición en curso en apoyo del PPT. Mira la transmisión en vivo de 3 hasta 6 dic, 2011 (Bangalore, India hora UTC +5:30).
Monsanto será juzgado por la muerte del niño y los efectos del polémico herbicida.
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Monsanto será juzgado por la muerte del niño y los efectos del polémico herbicida.
Han pasado casi nueve años desde la muerte del niño paraguayo Silvino Talavera, y la Compañía Monsanto ha de reconocer que tiene algo que ver con eso.
Once años de edad, Silvino estaba camino a su casa, el 2 de enero de 2003, pasando al lado de campos de cultivo de soja resistente al glifosato. Traía carne y fideos que su madre le pidió que comprara para el almuerzo. De repente, se encontró envuelto en una nube de herbicida tóxico Round-up (glifosato), que se rocía sobre los cultivos genéticamente modificados a partir de un tractor.
Después de comer la carne y los fideos, toda la familia cayó enferma, con náuseas y dolor de estómago, y su hermana menor fue trasladado a un hospital. Unos días más tarde, un cóctel de plaguicidas que contiene glifosato fue rociado de nuevo a 15 metros de la casa de Silvino. La familia, en busca de protección, se reunió dentro de una habitación, pero los fuertes vientos llevaron los pesticidas al interior de la casa. Silvino y su hermana Sofía se enfermaron nuevamente. Su madre otra vez los llevó al hospital, donde Silvino falleció. Era 7 de enero.
Fue un claro caso de intoxicación, y sin embargo, Monsanto, el fabricante estadounidense de glifosato, no se hace responsable ante ningún tribunal de justicia. Esta es la anomalía que el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) sobre las corporaciones agroquímicas transnacionales (ETN) trata de corregir.
El mismo, se celebrará en la India del 3 a 6 diciembre, 2011. El PPT va a enjuiciar a las seis mayores empresas transnacionales fabricantes de agroquímicos: Monsanto, Syngenta, Bayer, Dow, Dupont, BASF por violaciones de los derechos humanos. "Nuestra esperanza es que después de que el PPT, quede demostrado que estas empresas son responsables por el daño que han hecho, y que las nuevas comunidades estén interesadas en unirse a nuestra lucha contra los OGM (organismos genéticamente modificados) y los pesticidas. También esperamos que esta presión de la PPT evite la introducción de nuevos OMG en el mercado ", dijo Javier Souza, coordinador regional de Pesticide Action Network (PAN), América Latina y el presidente del PAN Internacional.
La muerte de Silvino es uno de los muchos casos que los sobrevivientes y testigos expertos pueden testificar ante un panel internacional de jurados. El PPT sobre las empresas transnacionales de agroquímicos es parte de los tribunales de opinión, que comenzó en Italia en 1979. La acusación será presentada por PAN International.
El PPT no sólo intenta probar las circunstancias particulares de la trágica muerte de Silvino, sino también, las situaciones igualmente trágicas que llevaron a ella, es decir, el uso generalizado de glifosato en América Latina.
Cultivo extensivo de la soja RR
El glifosato fue comercializado por primera vez por Monsanto en 1974 bajo la marca Round-up. En 1996, se convirtió en una popular herramienta de control de malezas para los agricultores cuando Monsanto desarrolló su variedad de soja GM, Round-up Ready (RR) de soja, que era resistente al glifosato.
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La justicia nunca
llegará demasiado tarde para los trabajadores de agricultura en la
zona del Lago Apopka
Noviembre 26, 2011
Geraldine Matthew,
de 61 años de edad, quien anteriormente trabajó en los cultivos del Lago
Apopka, pasa sus días lidiando con su mala salud. Ella sufre del corazón, de
Lupus, e insuficiencia renal y está convencida que todo esto se debe al hecho
de haber estado expuesta a pesticidas altamente tóxicos que se utilizaban hace varias décadas; también culpa a estas
sustancias tóxicas por las enfermedades de sus hijos.
La comunidad de
trabajadores de cultivos en el Lake Apopka en central Florida, Estados Unidos,
es predominantemente de origen africano y fue expuesta por décadas a los
pesticidas organoclorados como aldrin, endrin, dieldrín, clordano, DDT, y
toxafeno. Usados en cultivos de verduras desde el comienzo de la Segunda Guerra
Mundial, estos pesticidas fueron eventualmente prohibidos por su toxicidad que
causó impactos muy serios en la fauna y el medio ambiente. Debido a su
persistencia en el medio ambiente, su legado continúa décadas después de que
fuera prohibido su uso. Sin embargo, los trabajadores que fueron expuestos a
estos químicos aún no han logrado justicia por las violaciones a sus derechos a
la vida, a la salud, y a la capacidad de ganarse la vida.
Este Diciembre
próximo, la historia de los trabajadores de cultivos en el Lago Apopka
finalmente será escuchada por un panel
de jurados internacionales en el Tribunal
Permanente de la Gente (Permanent People´s Tribunal, PPT), sobre el tema de
las Corporaciones Agroquímicas Transnacionales
(Agrochemical Transnational Corporations, TNCs). El tribunal llevará a juicio a seis de las
compañías más grandes en la industria de los pesticidas – Monsanto, Syngenta,
Bayer, Dupont, Dow y BASF, por serias violaciones a los derechos humanos que
han afectado a comunidades vulnerables en todo el mundo.
El Tribunal,
respondiendo a un reclamo de la Red
Internacional de Acción contra Pesticidas (Pesticide Action Network
International, PAN), también pretende instalar un sistema efectivo para
asignar responsabilidad corporativa a las agroquímicas, TNSs, que controlan el
alimento y el sistema de agricultura mundiales.
Daño continúa a la salud humana.
Por más de 50
años, la comunidad de trabajadores de cultivos en el Lago Apopka fue expuesta a
pesticidas como resultado de: aplicaciones aéreas; contacto directo con la piel
durante el sembrado, la cosecha y el
empacamiento de las verduras; el consumo de pescado y fauna del lago y sus
alrededores; la ingesta de agua de los canales contaminados con pesticidas; y
también por el uso de los contenedores de pesticidas descartados, ya que se
ignoraba que había algún peligro.
De niña, Geraldine
jugaba en los campos de verduras mientras sus padres trabajaban. Más tarde, de
joven y de adulta, ella también trabajó en los campos, muy orgullosa de su
habilidad y rapidez para cosechar y empacar las verduras. “Los aviones volaban
sobre nuestras cabezas y nos fumigaban, y hasta podíamos ver cómo se reía el
piloto cuando volaba por encima nuestro. Nadie nos advirtió sobre los
peligros…Los pesticidas te daban una picazón en el cuerpo, y los pies y las
manos se nos entumecían. La gente se levantaba en el medio de la noche para
ducharse, aunque ya lo hubieran hecho un poco antes, por la picazón que
sentían. Tosían y escupían toda la noche…y todo empeoró a medida que
crecíamos”, recuerda Geraldine.
El Lago Apopka es
el lago grande más contaminado en el estado de Florida. Se distingue por su
color verde arveja; el lago fue sujeto a décadas de recibir pesticidas y
fertilizantes de los 20,000 acres de tierra de cultivos que fueron extraídas de
los humedales de su costa norte en la
década de los ´40. En 1980, un derrame de DDT por parte de la Tower Chemical
Company en la costa sur del lago fue eventualmente asociado, por el
investigador Dr. Louis Guillette, a anomalías en la población de caimanes en el
lago, anomalías que incluían tasas de reproducción disminuidas así como también
anomalías físicas y hormonales.
Para 1990, en los
Estados Unidos había terminado el uso de aldrin, dieldrin, endrin, clordano,
DDT y toxafeno. Al prohibir estos pesticidas, la Agencia de Protección
Ambiental de Estados Unidos (EPA), se refirió a “los riesgos inaceptables al
medio ambiente y el daño potencial a la salud humana, y los peligros de cáncer
en humanos”. Estos contaminantes son considerados una amenaza seria porque son
muy duraderos y se acumulan en tejido graso, concentrándose cada vez más a
medida que transitan por la cadena alimenticia. Hasta el día de hoy, se
encuentran en sedimentos de tierra alrededor del lago.
Aunque el uso de
la mayoría de estos pesticidas organoclorados ha terminado, los efectos en la salud
son duraderos y persistentes y significa que Geraldine y sus hijos adultos
siguen sufriendo las consecuencias de su exposición a ellos. “Yo tengo dos
hijas con Lupus. Una nació con un problema cardíaco – ella ha tenido problemas
desde muy pequeña. Otra tuvo un accidente cerebro-vascular (ACV) cuando tenía 3
años de edad, y sufrió de epilepsia hasta los 30 años”, dijo.
Cuando repetidos
esfuerzos para lograr que los líderes políticos y de salud estudiaran los
problemas de salud de la comunidad de trabajadores agrícolas, la Associación de
Trabajadores Agrícolas de Florida, en el año 2005, desarrolló y condujo una
encuesta sobre salud, entrevistando a unos 150 de los ex trajabadores del Lago
Apopka. Los resultados mostraron que tenían tasas más altas de enfermedades
múltiples y crónicas, tales como artritis, diabetes, reumatismo, Lupus,
alergias, problemas de garganta y de la piel, y asma. Estas enfermedades han
sido asociadas a la exposición a Contaminantes Orgánicos Persistentes
(Persistent Organic Pollutants, POPs), conocidos causantes de daños severos a
la salud humana, incluyendo daños neurológicos, la enfermedad de Parkinson,
disrupción endocrina, cáncer, y desórdenes congénitos. Un estudio reciente
asocia al clordano a la supresión del sistema immunológico. La encuesta también
encontró que casi el 40% de los trabajadores tienen hijos o nietos con
discapacidades de aprendizaje.
La contaminación
de las tierras de cultivo en la zona del Lago Apopka llamó la atención a nivel
nacional cuando, en el invierno de 1998 a 1999, ocurrió uno de los peores
desastres en la muerte de pájaros en la historia de Estados Unidos. Murieron
unos 1,000 pájaros que se alimentan de pescado, cuando las tierras de la costa
norte fueron inundadas fuera de estación durante la migración de pájaros de
otoño e invierno. Después de un estudio extensivo, el Servicio de Peces y Fauna
de Estados Unidos (U.S. Fish and Wildlife Service) eventualmente concluyó que
vestigios de toxafeno, dieldrin, y DDT encontrado en los tejidos de los pájaros
eran responsables de su muerte. Así como demostraron los previos estudios que
asociaban a estos químicos a las mutaciones genéticas y la disminución de los
caimanes en el lago, esta categoría de pesticidas están ahora incluidos en la
clase de químicos que causan disrrupción endocrina, que resulta en extensos
impactos en la salud.
Desafíos en la búsqueda de litigios
Jeannie Economos
de la FWAF, se lamenta: “millones y millones de dólares fueron gastados (por el
gobierno nacional y el de Florida) para comprar las granjas alrededor del Lago
Apopka y estudiar la fauna. Pero nada se ha hecho para ayudar a la gente cuya
salud ha sido impactada”.
Por más de 13
años, la comunidad de los trabajadores rurales ha solicitado ayuda para sus
problemas de salud relacionados con su exposición a los pesticidas. Mientras
trabajaban para alimentar al pueblo de Estados Unidos, su salud había sido
puesta en riesgo. La FWAF ha estado ayudando en los esfuerzos para conseguir
justicia para los ex trabajadores. En un esfuerzo para llamar la atención a sus
problemas y mantener sus historias vivas, los trabajadores rurales han organizado
el Proyecto de Acolchados y Memoria de las trabajadores rurales del Lago
Apopka, para conservar la memoria de las víctimas que han fallecido debido a su
exposición a los pesticidas organoclorados, y para obtener apoyo de parte de
los líderes políticos y de las organizaciones del cuidado de la salud en los
Estados Unidos.
Economos admitió
que litigar en contra de las compañías responsables por los envenenamientos ha
sido “complicado”. “Parte del problema reside en la forma en que la corte
considera el peso de las pruebas, el cual le corresponde al querellante”. La
mayoría de los trabajadores de cultivos no fueron expuestos a un único
pesticida químico. La mayoría trabajó en distintos lugares y diferentes
industrias, y fueron expuestos a una variedad de insecticidas, fungicidas y
herbicidas”. En la última década, varios abogados han demostrado un interés
en iniciar juicios, sólo para decidir al
final que el caso es demasiado complicado para llevarlo adelante.
Sin embargo,
Economos pone sus esperanzas en el venidero juicio iniciado por el
Tribunal contra las TNSs Agroquímicas.
El Tribunal tratará de condenar a los fabricantes originales de los pesticidas
involucrados, compañías que han crecido en riqueza y poder vendiendo químicos
altamente tóxicos. El Tribunal comenzó en 1979 y ha mantenido sesiones exponiendo
varias violaciones a los derechos humanos a través de juicios alternativos y
articulaciones legales.
“Estas TNCs tienen
atenazada a la agricultura en todo el mundo. Ellos han realizado un lavado de
cerebros con muchos productores agrícolas y políticos. El significado del
Tribunal es que representa una vuelta del poder a la gente, que le arranca el
poder a las TNCs y las pone en juicio por los daños que han causado a la salud
humana, al medio ambiente, al planeta y a nuestras comunidades…Ella dice: “Es darle
el poder a la gente y ser los Davids enfrentándose al Goliat que son las TNCs”.
A través del
Tribunal, Geraldine Matthew y Economos también esperan que el gobierno de
Estados Unidos escuche las demandas específicas de la gente, incluyendo una
prohibición de las contribuciones de campaña a los políticos por parte de las
TNCs; la adjudicación de fondos para la investigación para promover
alternativas seguras a los pesticidas; un sistema del cuidado de la salud que
cubra las necesidades de la gente de pocos ingresos tales como aquellos del
Lago Apopka; y un intensivo estudio de la salud de los trabajadores agrícolas
para poder usar esos datos para prohibir el registro de nuevos pesticidas.
Economos también
expresó que: “A los que fueron trabajadores agrícolas en la zona del Lago
Apopka, los pesticidas involucrados ya han sido prohibidos, pero persisten en
el medio ambiente y en los cuerpos de la gente. Aún si pudiéramos limpiar el
medio ambiente, cómo se pueden limpiar los cuerpos que tienen almacenados en sus
tejidos a estos pesticidas organoclorados, y que pasan de una generación a
otra?”.
Claramente, la
necesidad de justicia sigue pendiente, y crece aún más a medida que continúa
eludiendo a los sobrevivientes del Lago Apopka como Geraldine. Por medio del Tribunal,
la comunidad espera ver que se haga justicia.
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