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En Misiones “se tortura”, admitió el ministro de Derechos Humanos de la provincia
En una reunión mantenida el lunes 24 de junio con los familiares de Tati Piñeiro y Hernán Céspedes en su despacho, el ministro de Derechos Humanos de la Provincia de Misiones, Edmundo Soria Vieta, admitió que en la provincia “se tortura” tanto en comisarías como en dependencias del Servicio Penitenciario Provincial.
“Yo le vivo denunciando (sic) a la policía, porque pegan, torturan, son muy jodidos” les expresó el ministro a los familiares de Piñeiro y Céspedes, en una reunión de la cual además participaron el docente Carlos Duarte y el periodista Daniel Ortigoza, ambos amenazados de muerte por Fabián Gruber, hijo del diputado provincial Gilberto Gruber, por el acompañamiento que vienen brindando a las familias Piñeiro y Céspedes.
“Y en las cárceles te torturan, no te dan de comer” sostuvo Soria Vieta en otra de sus intervenciones en el diálogo con los familiares, registrado íntegramente por revista superficie.
Ambas familias plantearon al ministro, la necesidad de fijar un posicionamiento claro y contundente en cuanto a los abusos policiales y las torturas que se vienen denunciando en Misiones desde hace varios años.
También se le puso al tanto a Soria Vieta, de la detención ilegal, las torturas y amenazas que sufrieron por parte de la policía de Puerto Esperanza e Iguazú, más de diez estudiantes secundarios compañeros de Tati Piñeiro, horas posteriores a la aparición del cadáver de Tati. “Los llevaron al borde del río, a pinares, les golpearon, les exhibieron armas, para que alguno se auto incrimine o confiese. Son chicos que hasta hoy están en estado de pánico y han dejado de asistir a la escuela” indicó el docente Duarte.
Por su parte, Rosa González, madre de Tati Piñeiro, le contó al ministro Soria Vieta que uno de sus hijos también fue víctima de torturas y amenazas por parte de policías, también a poco de aparecer el cadáver de la joven. Los padres de Hernán Céspedes, en tanto, relataron ante el ministro que también fueron y son víctimas de un constante hostigamiento policial.
En una reunión mantenida el lunes 24 de junio con los familiares de Tati Piñeiro y Hernán Céspedes en su despacho, el ministro de Derechos Humanos de la Provincia de Misiones, Edmundo Soria Vieta, admitió que en la provincia “se tortura” tanto en comisarías como en dependencias del Servicio Penitenciario Provincial.
“Yo le vivo denunciando (sic) a la policía, porque pegan, torturan, son muy jodidos” les expresó el ministro a los familiares de Piñeiro y Céspedes, en una reunión de la cual además participaron el docente Carlos Duarte y el periodista Daniel Ortigoza, ambos amenazados de muerte por Fabián Gruber, hijo del diputado provincial Gilberto Gruber, por el acompañamiento que vienen brindando a las familias Piñeiro y Céspedes.
“Y en las cárceles te torturan, no te dan de comer” sostuvo Soria Vieta en otra de sus intervenciones en el diálogo con los familiares, registrado íntegramente por revista superficie.
Ambas familias plantearon al ministro, la necesidad de fijar un posicionamiento claro y contundente en cuanto a los abusos policiales y las torturas que se vienen denunciando en Misiones desde hace varios años.
También se le puso al tanto a Soria Vieta, de la detención ilegal, las torturas y amenazas que sufrieron por parte de la policía de Puerto Esperanza e Iguazú, más de diez estudiantes secundarios compañeros de Tati Piñeiro, horas posteriores a la aparición del cadáver de Tati. “Los llevaron al borde del río, a pinares, les golpearon, les exhibieron armas, para que alguno se auto incrimine o confiese. Son chicos que hasta hoy están en estado de pánico y han dejado de asistir a la escuela” indicó el docente Duarte.
Por su parte, Rosa González, madre de Tati Piñeiro, le contó al ministro Soria Vieta que uno de sus hijos también fue víctima de torturas y amenazas por parte de policías, también a poco de aparecer el cadáver de la joven. Los padres de Hernán Céspedes, en tanto, relataron ante el ministro que también fueron y son víctimas de un constante hostigamiento policial.
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