miércoles, 30 de julio de 2014

LATINOAMÉRICA CONTRA ATACA HACIA EL IMPERIALISMO DE MONSANTO

RED POR UNA AMÉRICA LATINA LIBRE DE TRANSGÉNICOS
BOLETÍN 575

Contenido
1. Latinoamérica contra ataca hacia el imperialismo de Monsanto
2. México: Otro freno a los transgénicos
3. Destruyen 6500 hectáreas ilegales de maíz transgénicos en Italia
4. Monsanto ha desarrollado un software para controlar los ciclos vitales de las plantas


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LATINOAMÉRICA CONTRA ATACA HACIA EL IMPERIALISMO DE MONSANTO


17 de junio 2014
El mercado con el mayor potencial de crecimiento, según la agricultura empresarial, está poniéndose de pie y diciendo que no. Chile, Colombia y un número de otros países de América Latina están tomando una postura en contra de Monsanto, rechazando los avances para convertir aún más semillas patentadas en su propiedad con la biotecnología, una medida que podría ser un gran cambio en la parte frontal de los transgénicos .Nuevos informes indican que una coalición de agricultores individuales y otras personas en Chile han logrado poner un alto, al menos temporalmente, a los esfuerzos de Monsanto para obtener más derechos de patente. El sitio web Truth-Out.orginforma de la oposición de los agricultores indígenas y las comunidades rurales fue suficiente para bloquear un proyecto conocido como la “Ley Monsanto” que habría permitido a las empresas agroindustriales el derecho a patentar cualquier semilla que desarrollen, modifiquen o incluso descubran.

La Corte Suprema de Colombia ha declarado las biopiratería de las semillas inconstitucional
Informes similares han surgido de Colombia, donde las empresas de la biotecnología habían prohibido anteriormente el uso de semillas no certificadas o semillas que no están patentadas y son propiedad de una corporación. A raíz de la confiscación y destrucción de unas 70 toneladas de semillas de arroz no certificado por el gobierno, los agricultores locales se unieron para oponerse a la ley injusta, lo que ha resultado en su eventual eliminación por la Corte Suprema de la nación.

A lo largo de Centro y Sur América, de hecho, la resistencia a la tecnología transgénica y la biopiratería está creciendo y los gobiernos se ven obligados a tratar el tema. A pesar de que casi las tres cuartas partes de la producción mundial de transgénicos tiene lugar en América Latina en la actualidad, las cosas parecen estar cambiando mientras que crece la conciencia sobre esta amenaza monumental para la soberanía alimentaria.

“Desde Río Bravo de México en el norte hasta las pampas fértiles de Argentina en el sur, las comunidades indígenas y campesinas se están levantando contra la legislación del gobierno que aplicaría las leyes brutalmente rígidas de autor intelectual de las semillas que los granjeros son capaces de crecer” escribe Don Quijones de Testosterone Pit .

“La razón por qué esto debería ser de interés vital – no sólo a los productores de transgénicos y los productores de América Latina, sino también a los productores de alimentos y consumidores de todo el mundo – es que América Latina es actualmente el epicentro del movimiento de transgénicos, lo que representa entre el 60 y el 70 por ciento de la producción mundial de transgénicos.”

Presidente de México pide la prohibición del maíz transgénico

México está participando en esta resistencia, donde las variedades tradicionales de maíz están cada vez más amenazadas por impostores transgénicos. El presidente de México, Enrique Peña Nieto emitió recientemente una convocatoria de una prohibición total de maíz transgénico, según los informes, lo que paraliza los esfuerzos de empresas como Monsanto en la expansión al sur de la frontera de Estados Unidos.

Incluso con países como Argentina y Brasil creciendo grandes cantidades de transgénicos– Argentina crece la mayor parte de la soya transgénica en el mundo, recaudando más de $ 30 mil millones de dólares anuales en ingresos – la industria de la biotecnología se esta dando cuenta de que una mayoría silenciosa se está levantando en contra de sus acciones en cantidades sorprendentes. Y si el movimiento sigue avanzando, podría significar un fin a este imperialismo que está destruyendo a la humanidad y el planeta.

“En América Latina, el epicentro no sólo de los mercados de transgénicos, sino también del movimiento de comercio justo, la resistencia rural ha comenzado” agregó Quijones. “Y lo que está en juego no podría ser mayor: para millones de pequeños propietarios y campesinos, por lo que están luchando es nada menos que la autosuficiencia y la supervivencia básica.”

Fuente: http://longevidadynutricion.info

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MÉXICO:

OTRO FRENO A LOS TRANSGÉNICOS
Silvia Ribeiro*

El 22 de julio, un juez de distrito en Yucatán, respondiendo al amparo de organizaciones de apicultores, campesinos y ambientalistas, anuló un permiso otorgado a Monsanto para sembrar soya transgénica en Yucatán, por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). Jorge Fernández, del Colectivo MA OGM, refirió que con esta decisión se prohíbe, por ahora, la siembra de soya transgénica en el estado de Yucatán, lo cual se suma a las sentencias en el mismo sentido que se emitieron en Campeche, en marzo y abril de 2014, a favor de apicultores mayas. Un soplo de aire fresco, tan necesario frente a la guerra múltiple contra el campo, contra la vida campesina, comunitaria, de los pueblos, contra la salud de todos.

En febrero de 2012, las organizaciones Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca), Miel Integradora SA de CV, la Sociedad de Solidaridad Social "Apícola Maya de Yucatán", la Organización de Litigio Estratégico de Derechos Humanos y Greenpeace demandaron a Sagarpa y Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) por la inconstitucionalidad que significa permitir la siembra comercial de soya transgénica. No obstante, en junio de 2012 la Sagarpa, con el aval de Semarnat, autorizó la siembra comercial de 235 mil hectáreas de soya transgénica en siete estados del país, entre ellos Yucatán.

El fallo actual, concediendo el amparo a favor de los apicultores mayas, establece que no se cumplió con el derecho a la consulta libre previa e informada a las comunidades mayas y que la siembra de soya transgénica los puede afectar en sus "bienes jurídicos (económicos, laborales y ambientales) por las consecuencias que pudiera generar en el entorno natural la liberación de ese cultivo". Reconoce también el interés legítimo de las comunidades mayas, cuya actividad económica tradicional es la apicultura y la vulnerabilidad a la que quedan sometidos con esta siembra. La apicultura es uno de los principales rubros de exportación de México y la mayoría la producen en la península de Yucatán unas 25 mil familias campesinas e indígenas.

La sentencia expone la violación cometida por Semarnat al avalar ante Sagarpa la siembra de transgénicos, contradiciendo arbitrariamente y con alevosía los dictámenes negativos vinculantes de las autoridades técnicas oficiales que son expertas en la materia. En este caso, al igual en que muchos casos de siembras experimentales de maíz transgénico, decidió ignorar que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y el Instituto Nacional de Ecología (INE) dictaminaron que no se debía autorizar la siembra de soya transgénica en la península, por los riesgos que significa.

En una tónica similar de cinismo, el 18 de julio el titular de Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez, inauguró el foro Biotecnología, insumos estratégicos y equipamiento, parte de la supuesta consulta para la reforma al campo planteada por el Ejecutivo. Martínez y Martínez declaró a la prensa que "las modificaciones legales en materia energética traerán muchos beneficios al campo mexicano, como la fabricación de fertilizantes nitrogenados". Obvió mencionar que la inclusión en esas mismas leyes de cláusulas que garantizan prioridad a las trasnacionales para ocupar, apropiarse y contaminar cualquier territorio campesino, indígena o cualquier otra tierra que se les antoje, van a dejar a los campesinos y agricultores sin tierra que fertilizar.

Cundió en ese foro la falta de objetividad, la parcialidad y el uso de argumentos falseados a favor de los transgénicos, a menudo disfrazados de argumentos "científicos". Científicos amigos de la industria biotecnológica se dolieron que la ley de bioseguridad –que ni las autoridades respetan, como señala la sentencia en Yucatán– es muy complicada y debe ser "simplificada". En esa lógica podría suceder que la Semarnat –que ya cambió su reglamento interno para que los dictámenes de las dependencias que saben sobre transgénicos no sean vinculantes– proponga eliminar totalmente su propia participación en el proceso, ya que de todas maneras le basta con que lo que digan las transnacionales y unos cuantos científicos pro-transgénicos.

Varios ponentes del foro repitieron el absurdo de que los transgénicos aumentarán la producción y ayudarán a contrarrestar el cambio climático. Cada argumento allí vertido es falso: según estadísticas oficiales de los principales países productores de transgénicos, el promedio de dos décadas muestra que rinden menos, son más caros, aumentan exponencialmente el uso de agrotóxicos. La agricultura industrial es oficialmente una de las tres principales causas del cambio climático y los transgénicos la aumentan. Consciente de la falacia de sus argumentos, el gobierno nunca organiza ni acepta debates que tengan un equilibrio de participantes, tiempos y recursos, para que científicos, productores, campesinos y organizaciones críticas a los transgénicos los confronten.

Las sentencias de Yucatán y Campeche, así como la continuación de la demanda de suspensión nacional a la siembra de maíz transgénico –que se sostiene pese a 70 apelaciones en su contra de empresas y gobierno– son por todo ello elementos importantes que nos dan aliento en los vericuetos de esta pelea tan desigual. Son otras de las muchas caras de la defensa del maíz, de las semillas, de tierras y bosques, de los pueblos y de lo colectivo, que desde comunidades y organizaciones del campo y la ciudad seguiremos construyendo, pese a lo vasto del ataque.

*investigadora del Grupo ETC

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DESTRUYEN 6500 HECTÁREAS ILEGALES DE MAÍZ TRANSGÉNICOS EN ITALIA

Por Anastasia Gubin - La Gran Época
Sab, 26 Jul 2014

AREZZO, Italia - En la región del Fruili-Venezia-Giulia, al noreste de Italia, fue destruido en el mes de julio el primer campo de maíz transgénico con el objeto de evitar el riesgo de contaminación a productos Made in Italy, una acción destacada en materia legal, al entrar en vigor la ley del 24 de junio de 2014 n. 91 que sanciona por primera vez a las personas que plantan transgénicos, con cárcel de seis a tres años.

“Las leyes se hacen respetar, e incluso en consideración a que ochoitalianos de diez ( un 76 por ciento) se oponen a la biotecnología”, resaltó Roberto Moncalvo, presidente de la máxima organización de empresarios agrícolas italianos y europeos, Coldiretti, quien divulgó la noticia en un comunicado.

La multa para el trasgresor y promotor de Monsanto, Giorgio Fidenato, por sus 6500 hectáreas MON810, puede llegar a unos 30 mil euros, y las autoridades de Friuli deberán definir cómo y en cuanto tiempo estará obligado a sacar el cultivo vetado (ya destruido), agregó.

Coldiretti destacó además la situación “alarmante y que significó tanta preocupación en los últimos tiempos en los agricultores contrarios a los productos genéricamente modificados".

Después de cuatro años de debatir entre los estados europeos sobre el tema, y la fuerte presión del 'lobbie' de las transnacionales como Monsanto, a nivel de la propia Comisión Europea, la UE decidió que cada país adopte las medidas que estime conveniente.

Moncalvo destacó que “para Italia los organismos genéticamente modificados (OGM) en la agricultura, no solo significan serios problemas de seguridad alimentaria, sino que persiguen un modelo de desarrollo que es el grande aliado de la homogenización (monocultivo) y el gran enemigo del 'Made in Italy'”.

En relación a la normativa existente, explicó que “podrá ser perfeccionada en el semestre en que Italia ocupará la presidencia en la UE, gracias a un esfuerzo del Ministro del Ambiente Luca Galletti – a quien va nuestro agradecimiento- ya que lo está tramitando de inmediato, y que daría una vuelta profunda al cuadro regulativo europeo”.

“La prohibición del cultivo como medida provisoria está ligada a un principio de precaución por motivos ambientales y sanitarios, y llega a ser justamente una decisión permanente asumida en base al modelo de desarrollo que cada país pretende sostener”, analizó Moncalvo.

Solo 5 de 28 países en Europa están cultivando OGM, según un análisis de la Coldiretti del 17 de julio, a lo cual Moncalvo agregó, que esto es “pese a la presión de los lobbies de quienes producen los OGM”.

Si bien estos cinco incluyen Portugal, República Checa, Eslovaquia y Romanía, de las 148 mil hectáreas de maíz Monsanto MON810, plantados en 2013, la mayor parte se encuentra en España, con 136.962 hectáreas, lo que hace ver que es prácticamente es el único país que produce maíz de Monsanto en Europa.

La batalla de Friuli
El agricultor Giorgio Fidenato, portavoz del grupo Futuragra, entidad nacida en los últimos años para promover el cultivo OGM y biotecnológico, había anunciado meses atrás la plantación ilegal de maíz MON810 en algunos de sus campos en Vivaro, Mereto di Tomba y en Colloredo di Monte Albano, pese a que estaba prohibido en el país por el decreto ministerial de julio de 2013 y en Friuli Venezia Giuliam por una moratoria del marzo pasado, informó Green News el 17 de julio.

El equipo Foresta Regional procedió a destruir los cultivos el 9 de julio pasado en Mereto, pero en Colloredo, la forestal fue bloqueada por un grupo de amigos del agricultor. El tema pasó a un recurso legal, y finalmente la Justicia decidió hacer cumplir la ley, agregó el medio italiano.

La presión de las compañías internacionales de transgénicos impulsaron la “Línea de coexistencia de cultivos”, sin embargo un documento técnico elaborado por la Agencia Regional de Desarrollo Rural, “demostró con simulaciones numéricas en mano, las consecuencias negativas de la coexistencia”.

“Es contraproducente”, remarcó Carl Frausin, director de ERSA, según Green News. La zona cuenta con 22 mil empresas, la mitad en montaña y con un promedio de cinco hectáreas cada una.

ERSA anunció que está empeñada en controlar los cultivos de maíz y soya en la región. En 2012 el grupo Greenpeace eliminó cultivos transgénicos de Giorgio Fidenato plantados ilegalmente. Ahora la norma busca evitar cualquier tipo de contaminación.

La Administración regional de Friuli Venezia Giulia con estas medidas espera poder poner finalmente la marca “Libre de OGM” y proceder a un programa de productos especialmente certificados locales.

http://www.lagranepoca.com/32675-destruyen-6500-hectareas-ilegales-maiz-transgenicos-italia

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MONSANTO HA DESARROLLADO UN SOFTWARE PARA CONTROLAR LOS CICLOS VITALES DE LAS PLANTAS

Monsanto ha desarrollado un programa informático que indica a los productores qué y cuándo sembrar semillas y cómo cultivarlas en cada parcela de tierra. El programa está siendo testeado en cuatro estados claves del 'cinturón del maíz' de USA: Iowa, Illinois, Minnesota e Indiana.

El mayor temor de los granjeros es que las empresas dispongan de datos altamente sensibles sobre sus cosechas, los que podrá utilizarlos para especular con los precios de maíz, en detrimento de los agricultores.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (*Urgente24*) –
El sistema de plantación prescriptiva de Monsanto FieldScripts actualmente se comercializa en cuatro estados claves del 'cinturón del maíz' de USA: Iowa, Illinois, Minnesota e Indiana. Pero no todo el mundo le da una bienvenida cordial.

FieldScripts es un software diseñado para indicar a los agricultores qué tipo de semillas sembrar y cómo cultivarlas en cada parcela de tierra.

El sistema garantiza un cálculo fiable de la distancia óptima que hay que dejar entre las semillas durante la siembra, incluso en pequeñas parcelas de pocos metros. La tecnología se basa en dos adquisiciones históricas llevadas a cabo por el gigante de biotecnología, la de Climate Corporation y la de Precision Planting.

La empresa climática Climate Corporation fue fundada en 2006 por dos ex - empleados de Google. Mediante la detección remota y otras técnicas de cartografía, los ingenieros compusieron mapas de todos los campos de USA y los combinaron con todos los datos climáticos que pudieron obtener.

Para el año 2010, la base de datos de la compañía contenía 150.000 millones de observaciones del suelo y 10 billones de modelos de simulación climática. El objetivo del proyecto era vender a los agricultores seguros para sus cosechas.

En 2013 Monsanto compró la empresa por una suma récord de US$ 930

millones. Un año antes, en 2012, Monsanto había adquirido Precision Planting, un fabricante de sembradoras, por US$ 250 millones. En consecuencia, los agricultores recibieron la posibilidad de analizar muestras del suelo de sus campos y cargar los resultados en un sistema común que programa las sembradoras para que puedan sembrar diferentes tipos de híbridos a diferentes profundidades y con distinta frecuencia en función de las características del suelo de cada parcela y de los pronósticos climáticos.

Tras llevar a cabo una serie de pruebas en campos de agricultores que se prestaron como voluntarios, Monsanto empezó a anunciar FieldScripts como un software que permite aumentar la cosecha de maíz en aproximadamente un 5% en dos años, algo que ningún otro método puede conseguir. Más concretamente, experimentos realizados en Iowa y otros tres estados productores de maíz permitieron a los granjeros locales incrementar considerablemente la cantidad de maíz cosechado en cada acre. Según calcula la cadena USA Today, la ganancia extra era de hasta US$ 50 por acre (US$ 150.000 por un campo de 3.000 acres).

Sin embargo, a pesar de los optimistas pronósticos, la comunidad agricultora ha recibido la innovación con cierto escepticismo. Las dudas se deben a los temores que suscita el uso que se podrá hacer de los datos una vez se hayan introducido en el sistema. /"Nos preocupa quién podrá acceder a los datos y qué podrá hacer con ellos"/, comentó a la cadena *Scott VanderWal*, presidente del Buró de Agricultores de Dakota del Sur, un estado que a veces también se incluye en el 'cinturón del maíz' de EE.UU.

El mayor temor de los granjeros es que las empresas que dispongan de datos altamente sensibles sobre sus cosechas podrán utilizarlos para especular con los precios de maíz, en detrimento de los agricultores. O fijar precios para semillas y fertilizantes, ya que podrán predecir la futura demanda con una gran exactitud. Otra preocupación es que los secretos comerciales podrían filtrarse y acabar en las manos de agricultores rivales.

*Monsanto y Malvinas Argentinas*

Los últimos análisis practicados por la Universidad de Buenos Aires entre vecinos del municipio de Malvinas Argentinas, en la provincia de Córdoba, confirmaron la presencia de agroquímicos en sangre. El resultado de los estudios apareció en medio del conflicto desatado por la instalación de la planta acondicionadora de semillas transgénicas de la empresa Monsanto Argentina en aquella localidad.

Por ello la Defensoría del Pueblo de la Nación recomendó a las autoridades sanitarias del país que se preste especial atención al registro y seguimiento de todas aquellas patologías que estén relacionadas con riesgos ambientales en el municipio de Malvinas Argentinas, alcanzando a los riesgos que generan tanto las actividades productivas presentes de Monsanto como las proyectadas para esa zona.

Los vecinos cordobeses han visto confirmado lo que tanto temían. A esto se suma el impacto en su salud que seguramente agravará la planta proyectada, una de las más grandes del mundo, con capacidad para acondicionar semillas suficientes como para sembrar tres millones y medio de hectáreas (3,5 millones ha).

Monsanto está presente en nuestro país desde hace más de 50 años y en 1996 introdujo el gen de la soja resistente al glifosato. Si bien las autoridades apoyan su instalación --vetada por el Juzgado de Conciliación de 4ª Nominación de Córdoba--- en la idea de que llevará empleo y progreso a la región, los vecinos de Malvinas Argentinas, ubicados a 14 kilómetros de la capital cordobesa, llevan dos años oponiéndose a este modelo agroindustrial basado en agroquímicos y semillas transgénicas.

Pese al reclamo no han conseguido que se realice la evaluación del impacto ambiental que marca la ley, paso previo a cualquier autorización definitiva. Ni el intendente ni el gobernador provincial han accedido a su pedido y no se ha preservado el derecho a la información de todos los ciudadanos ni celebrado la una audiencia pública para evaluar los riesgos y consecuencias que traería el funcionamiento de la planta de Monsanto.

Es por eso que la Defensoría, además, insistió sobre la necesidad de contar con una evaluación sistemática del estado de salud de la población de Malvinas Argentinas, lo cual implicaría establecer una línea de base de la salud de la población desde la cual proceder a las verificaciones y controles en la etapa de plena producción. Para esto también recomendamos configurar un sistema de información epidemiológica adecuado que permita determinar la prevalencia de enfermedades.

Fuente:
http://www.urgente24.com/227342-monsanto-y-su-software-para-controlar-los-ciclos-vitales

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